EL DIOS DE PAZ Parte #2
Ciñamos por un momento “los lomos de nuestro entendimiento” y esforcémonos en contemplar a alguien completamente distinto, alguien infinitamente más excelente: aquel que no conoce la ansiedad ni la inquietud, aquel que disfruta una calma ininterrumpida: «El Dios de paz». Parece extraño que los escritores cristianos no reflexionen más a









