Fue Por amor Parte I
- El Amor de Dios
La realidad es que Jesús no tenía que morir. Si partimos de la premisa que el “tenía que morir”, la
implicación es que hay una fuerza, lógica o moralidad que esta fuera y sobre Dios mismo. Para muchos
cristianos el tema de “justicia” requiere y necesita que Dios actué, por lo tanto, todo pecado causa que
Dios tome acción.
Este tipo de justicia informa lo que muchos cristianos creen. Pero, debemos tener cuidado de presentar
la “justicia” como una fuerza fuera de Dios al cual Él se tiene que someter. Es por esta razón que la
pregunta ¿por qué tenía Jesús que morir?, nos distrae y nos limita en el entendimiento de la razón de su
muerte.
La Biblia presenta la iniciativa de Dios en nuestra salvación como su propio deseo y voluntad. Dios nos
salvó porque el “quiso”, no porque “tenia”. La crucifixión de Jesús la Biblia la presenta como que sucedió
por “el amor de Dios”. La motivación de salvar la humanidad emana de la voluntad misma de Dios no
porque se ve obligado a hacerlo.
Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Gálatas 2;20b
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Jesús murió por nosotros porque quiso. Este amor no es un amor platónico o romántico, sino fiel.
Por causa del pacto eterno, el amor de Dios inicio y preservo la relación que él siempre ha querido tener
con sus hijos. Dios no estaba simplemente obligado legal y moralmente por una fuerza externa, sino
motivado por el amor que se da a sí mismo.
Lo que debe informar nuestra teología (lo que creemos y sabemos sobre Dios) es Su amor. Los
argumentos legales y morales que no se construyen sobre el amor de Dios distorsionan la razón y
motivación de la salvación de la humanidad.
Oremos: Gracias por amarme Así.
Ps. Cáceres
