Lucas 1:26-38 – Reflexión sobre las zonas de la vida y la ansiedad
En la vida, hay tres zonas que debemos superar para crecer y alcanzar nuestros objetivos:
1. La Zona de Comodidad
Es donde nos sentimos seguros, en lo que conocemos, manejamos y hacemos habitualmente. Es nuestra rutina: sentarnos en la misma silla, vestirnos igual, salir con las mismas personas y comer en los mismos lugares. Los cambios en esta zona suelen desestabilizarnos, y muchas veces preferimos quedarnos ahí antes que enfrentar lo desconocido.
2. La Zona de Riesgo
Es el puente hacia lo nuevo y desafiante. Salir de la zona de comodidad implica pasar por esta zona, que muchas veces genera incertidumbre y ansiedad. Sin embargo, los que han alcanzado el éxito en cualquier ámbito han tenido que enfrentarse a riesgos, aprender de ellos y superar lo extraño para triunfar.
3. La Zona de Éxito
Esta es la meta, el lugar donde queremos estar. Es la zona de grandeza y realización personal. Pero para llegar a ella, debemos estar dispuestos a atravesar desafíos y riesgos.
La Ansiedad: Aliada o Enemiga
La ansiedad aparece como respuesta a los desafíos de la vida. Sin embargo, no toda ansiedad es negativa.
Ansiedad Positiva
Es normal y necesaria. La sentimos frente a eventos importantes como un examen, un viaje, el nacimiento de un hijo o el casamiento. Nos genera intranquilidad, pero actúa como un motor que nos impulsa a accionar y prepararnos.
Ansiedad Negativa
Surge cuando la intranquilidad persiste en el tiempo, convirtiéndose en un estado de inquietud crónica. Según los psiquiatras, si dura más de seis meses, puede generar:
• Malestar continuo
• Convicción de que algo malo va a ocurrir
• Pensamientos catastróficos sobre los hijos, el trabajo, la salud o la seguridad personal
Los síntomas incluyen irritabilidad, mal humor, tensión muscular, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño e hiperactividad. Este tipo de ansiedad no se alivia con descanso, ya que tiene su origen en los pensamientos que alimentan la intranquilidad.
Diferencia con el Estrés
El estrés se relaciona con el agotamiento y suele desaparecer con el descanso. La ansiedad negativa, en cambio, se sostiene en un estado constante de alarma, generado por percepciones de amenaza, ya sea real o imaginaria.
El Desafío de Superar la Ansiedad
Cuando el mundo conocido se derrumba, muchas personas caen en ataques de ansiedad tan fuertes que les resulta difícil superarlos. Sin embargo, es en esos momentos donde debemos recordar la fe y confiar en que, como María respondió al llamado de Dios en Lucas 1:26-38, también nosotros podemos salir de nuestra zona de comodidad, enfrentar el riesgo y caminar hacia el éxito con esperanza y determinación.
“Hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38): Una invitación a confiar en el propósito de Dios, incluso en medio de los mayores desafíos.
