El baile de la objetividad
Después de haber presentado a Jesús de esta manera, unas frases más adelante, Marcos nos
presenta a Jesús en una escena realmente sorprendente, que nos revela algo más sobre su
identidad:
En esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. En
seguida, al subir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él
como una paloma. También se oyó una voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado;
estoy muy complacido contigo”.
(Marcos 1:9–11)
A nosotros no nos sorprende el hecho de que el Espíritu de Dios se presente en forma de
paloma, pero en el momento en el que Marcos escribió era poco común. En los textos sagrados
del judaísmo solo hay un lugar en el que el Espíritu de Dios se compara a una paloma y es en el
Tárgum, la traducción al arameo de las Escrituras en hebreo que los contemporáneos de Marcos
leían. En la creación, Génesis 1:2 dice que el Espíritu se movía sobre la superficie de las aguas. El
verbo en hebreo significa “revolotear”: el Espíritu revoloteaba sobre la superficie de las aguas.
Para poder capturar esta imagen tan gráfica, los rabinos tradujeron este pasaje en el Tárgum de
la siguiente manera: “Y la tierra no tenía forma y estaba vacía, y la oscuridad cubría la superficie
del abismo y el Espíritu de Dios revoloteaba sobre la superficie de las aguas como una paloma y
Dios habló: Sea la luz”. En la creación del mundo tres partes participan de forma activa: Dios, el
Espíritu y la Palabra de Dios, a través de la cual crea. Estas tres mismas partes están presentes en
el bautismo de Jesús: el Padre, que es la voz, el Hijo, que es la Palabra, y el Espíritu, que está
revoloteando como una paloma. De forma deliberada, Marcos está apuntando a la creación, al
principio de la historia. Según Marcos, de la misma manera que la creación original del mundo
fue un proyecto del Dios en tres personas, la redención del mundo, el rescate y la renovación de
todas las cosas que comienza ahora con la llegada del Rey también es un proyecto del Dios en
tres personas.
