Ora para que Dios te sustente con Su amor incondicional.
Lee el Salmo 6.
El Salmo 6 es un salmo de lamento individual. Este tipo de salmos suele hacer gala de una sinceridad pura cuando el salmista se queja ante Dios. Sus protestas surgen del sufrimiento causado por fuerzas externas (como los enemigos y opresores) o internas (como la enfermedad o el sufrimiento físico).
Aquí, el salmista suplica a Dios que lo libere. Primero ruega para que no lo discipline con ira. Por lo general, la Biblia describe la disciplina de Dios como medio positivo de recibir instrucción (ver Proverbios 3:11–12).
¿Has sentido alguna vez que Dios te estuviera disciplinando?
¿Por qué le pide aquí el salmista a Dios que no lo reprenda ni lo discipline? (Compara con Jeremías 10:24).
El salmista describe su estado de debilidad (Salmo 6:2–7). Su desesperación se evidencia en los lamentos con que clama a Dios para que tenga misericordia de él.
¿Has experimentado la desesperación física o emocional? ¿Cómo respondiste?
¿Fuiste capaz de ver la mano de Dios en medio de la situación e invocarlo desde tu dolor?
¿A qué apela el salmista cuando le pide a Dios que lo salve (v. 4)?
¿En qué beneficiaría la salvación del salmista al “amor incondicional” de Dios?
¿Cuáles son algunas de las características del amor incondicional de Dios que justifican que el salmista apele a Él? (Compara Salmo 130:7–8 y Nehemías 1:5).
¿De qué forma has visto el amor incondicional de Dios en tu vida?
El salmista concluye reconociendo que Dios lo ha oído (Salmo 6:9). Los salmos de lamento suelen acabar con notas de alabanza que demuestran la confianza de quienes se lamentan en que Dios los rescatará.
Cuando luchas, ¿confías en la ayuda de Dios?
¿Cómo puede alentarte el ejemplo del salmista cuando mengua tu confianza?
Para otros salmos de lamento, lee: Salmos 10, 13, 38 y 142.
¿Cómo se dirigen a Dios los escritores de estos salmos?
¿De qué forma pueden ser estos salmos un estímulo para ti en los momentos de dificultad?
Ps. Cáceres
