Hay diferentes estilos de autoridad:
- El que es amable pero no es firme: Es la persona que gusta agradar.
- El que es bomba de tiempo: Es la persona que cuando la agreden no dice nada y acumula hasta que explota.
- El simpático
- El bueno: es el que ayuda a todos.
- El tarado: Cree que todos son buenos como el tarado, por eso es como es.
- El antipático: Es la persona firme pero que no es amable.
- El que no es ni amable ni firme.
- El que es amable y firme.
Dice Salomón: «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.»
David era un hombre conforme al corazón de Dios. Cuando David oraba le decía a Dios que limpiara su corazón de todo lo malo.
David hablaba siempre del corazón porque cuando era adolescente un profeta fue a su casa a ungir al próximo rey y, su padre le presentó a éste a todos sus hijos, pero como el profeta dijo que ninguno de ellos era preguntó si faltaba alguien y, fue recién en ese momento que su padre mandó a buscar a David.
Cuando David llegó, Dios le dijo: ‘Yo no miro lo que mira la gente, porque la gente mira apariencias, Yo miro el corazón.’
Mi corazón es lo que Dios dijo que yo soy. Dios no viene a confirmarte, Dios viene a afirmarte, a recordarte quien ya eres en Él.
Confirmación te hace dependiente, La afirmación te da libertad. Afirmación es lo que Dios ya te ha hecho; Dios quiere recordarte lo que ya eres en Él.
Para Dios lo más importante es que sepas quién eres.
Una persona que sabe lo que Dios ha dicho es una persona que conoce sus virtudes y sus defectos, y sabe que está en crecimiento.
Dios no mira lo que la gente confirma; Él te mira y sabe que lo que Él puso en tu corazón es lo que eres.
La gente que busca confirmación se mueve por su necesidad, pero la gente que busca afirmación se mueve por el Espíritu Santo y Dios los afirma y les recuerda quienes son en Él.
